No music, no life
Y es que a veces, solo hacen falta tres minutos de esa canción que tanto te gusta para seguir adelante.
Porque, inexplicablemente, si dejas que la música fluya y traspase todos tus sentidos, llega un momento en el que conecta directamente con tu corazón.
Y es en ese momento cuando derramas la última lágrima y vuelves a tener fuerzas para decirle al mundo quien eres, y qué quieres hacer. Cuando te preguntas qué seria de tu vida, si la música no estuviera en ella.
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